martes, 21 de julio de 2009

Trasnoche

DISCURSO HABITUAL EN EL QUE UN ADULTO LE PIDE A SU ADOLESCENTE HIJO QUE DUERMA:
Che... dale anda a dormir. Que, ¿Qué haces a esta hora? Que, te dije que te vayas a dormir. Que vos andas en algo raro, que no dormir de noche no es normal, que ya es tarde, que ya te dije, anda a dormir. Ma.. (expresión italiana) hace lo que quieras, hacete el distinto escribiendo hasta cualquier hora con ese televisor .

EXTRACTO DE UNA DE MIS EXPERIENCIAS CON EL INSOMNIO.
"Cinco, seis de la mañana y siguen los ojos mágicamente abiertos. Entre mis marañas de letras, de historias, de seres humanos que no existen, de fantasías, de mentiras, de todo eso... Estoy algo confundido, ya no se ni quién es quien, ni de qué estaba hablando, por dónde iba. Entonces hago el más profundo de los esfuerzos, por mantener los párpados en alto. A esta hora ya es inútil, sirvo para poco y nada, sin las ideas claras no puedo hacer nada. Entonces sin más remedio que la resignación, me voy a dormir.
Una vez en la cama, ente las sábanas y el portentoso acolchado. Veo entre las endijas de mi perciana el sol asomarse, por ultima vez, consulto las agujas del reloj, marca seis y algo. Acomodo la almohada y cuando el mundo se pone en marcha recién ese el momento de irse a dormir."


CUENTA EL AUTOR
Que me hago el intelectual, el raro, el distinto (como dice arriba) escribiendo hasta cualquier hora. No, contesto con la más fuerte de las convicciones ¿Pero porque a esta hora, por qué no de día? Porque de día hay ruido, porque no podes terminar de hacer nada que suena el teléfono que suena el msn. que la perra, por eso no de día.
Esto de trasnochar como dice el titulo de esta entrada. Es distinta a la idea acepción común del término, estar solo frente a una computadora horas y horas escribiendo no es exactamente lo primero que se nos viene a la mente cuando se nombra dicho vocablo. De todas formas, hay noches que se pierden así, hay noches en que tristemente las musas lejos de visitarnos, no dejan esperando hasta el amanecer.

CONCLUCIÓN Y FIN DEL EXTRACTO ANTES CITADO.
"Entonces pienso en las quejas de mamá, de las que no separaban, ya, unas cuantas horas y digo ¿Dónde esta el pecado? ¿Qué hay de malo en pasarme noches en vela escribiendo o en su defecto esperando a mi musa? Sigo respondiendo que nada hay de malo en todo eso. El pecado no ese, el pecado no es no dormir, el pecado es estar solo"

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